Un grupo de pasajeros impidió este sábado que un avión rumbo a Dakar despegara del aeropuerto de El Prat de Llobregat (Barcerlona). El vuelo, que acabó despegando unas horas más tarde, fue retrasado debido a las protestas por la expulsión de un senegalés «sin papeles» que viajaba en el avión.
La aerolínea Vueling ha informado que el grupo de pasajeros amotinados comenzó a protestar sobre las 16.30 horas por la situación en la que estaba el hombre, obligado a regresar a su país pese a carecer de permisos de residencia o trabajo, siendo su situación detectada en el aeropuerto, por lo que no se le permitió entrar en territorio español.
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El hombre senegalés empezó a gritar cuando el pasaje estaba entrando en el avión, despertando así el lado sentimental de mucho de ellos, quienes acabaron solidarizándose con él.
Tras hora y media de intentos por solucionar la situación, la Guardia Civil se personó en el avión, obligando a todos los pasajeros a desembarcarlo.
Más tarde, el propio piloto de la aeronave denunció a seis personas que habían protagonizado la protesta, impidiendo su reincorporación al vuelo rumbo a Dakar.
Por su parte, el inmigrante sin papeles fue deportado a Dakar tal y como estaba previsto.
¿Protesta injustificada?
Pese a que muchos consideran un buen gesto ponerse en lugar del senegalés deportado, tratando de defenderlo, otros creen que la actitud de las seis personas ha sido egoísta, peligrosa y una falta de respeto hacia los demás pasajeros.
«Hay otras maneras de protestar. Amotinarse en un avión y no permitir que despegue es una falta de respeto al resto de pasajeros», han comentado algunos de los pasajeros que han vivido de cerca la situación.