Por todos es conocido el radicalismo de la CUP. El partido anticapitalista y antisistema independentista, está decidido a implantar sus ideas en Cataluña si consigue gobernar en el bloque independentista.
Si este sábado informábamos de la voluntad de la CUP de prohibir en Cataluña los productos procedentes del resto de España, aplicando aranceles y complicando su llegada a los ciudadanos catalanes, obligándoles a consumir productos locales, este domingo recogemos otros puntos de su programa electoral que resultan de lo más preocupantes para los catalanes que están en contra de sus ideas.
Para los miembros de la CUP, los refugiados e inmigrantes que residen en Cataluña, deben tener los mismos derechos que aquellos ciudadanos catalanes que se dedican a pagar impuestos sin apenas recibir ayudas.
En el punto 225 de su programa electoral, la CUP deja claro que derogará la Ley de Extranjería, añadiendo que «desarrollará una Ley de Ciudadanía republicana» que permitirá reconocer a todas los inmigrantes y refugiados que residen en Cataluña como catalanes y por lo tanto, moverse con total libertad por su territorio.
Además «se entregarán papeles de residencia a todos aquellos inmigrantes y refugiados sin necesidad de tener un contrato laboral» por el simple hecho de vivir en Cataluña.
Un modelo de pluralidad cultural, racial y lingüística
La CUP insiste en que Cataluña debe ser una nación en la que los inmigrantes sean respetados.
Es por ello por lo que afirma que desarrollará acciones políticas activas para luchar contra el racismo y la islamofobia, poniendo fin a las deportaciones de aquellos ciudadanos extranjeros.