La derecha gobernará en Austria con la ayuda de la extrema derecha. Este domingo se han celebrado las elecciones generales, unas elecciones que han sido ganadas por el Partido Popular austriaco (VPÖ), que tiene como líder al joven Sebastian Kurz, de 31 años.
Los primeros pronósticos aseguran que el VPÖ obtiene el 30,2 por ciento de los votos, seguido por el partido ultraderechista Partido Liberal (FPÖ), con el 26,8 por ciento.
Por su parte, el Partido socialdemócrata (SPÖ) del canciller Christian Kern habría quedado relegado a la tercera posición con un 26,3% de los apoyos.
Lo que está claro, es que el próximo canciller de Austria será un democristiano, por lo que Austria será gobernada por la derecha, con la ayuda de la extrema derecha.
Con estos resultados, queda claro que la política europea a favor de los refugiados y la masiva inmigración ilegal que ha afectado a países como Suecia, Alemania, Bélgica e incluso a Austria, donde se han conocido numerosos casos de violación por parte de refugiados hacia mujeres austríacas, ha provocado que los ciudadanos hayan decidido votar a la derecha, que en las últimas semanas ha prometido eliminar esos problemas y controlar las fronteras del país.
Austria se convierte en el segundo país importante de Europa que apuesta por la extrema derecha. En Alemania, el pasado 24 de septiembre, el partido de extrema derecha, AfD, que no duda en autodefinirse como antirefugiados, entró en el Parlamento federal, siendo el primer partido de extrema derecha que entra en él desde la Segunda Guerra Mundial, con un 13 por ciento de los apoyos.